viernes, 29 de marzo de 2019

Japón - Febrero 2019

https://yoviajoconmifamilia.wordpress.com

Después de muchos años soñando con visitar Japón, hemos conseguido escaparnos al país nipón! Esta vez hemos volado con Brussels Airlines y ANA y sólo podemos decir maravillas. Puntuales, con menús bastante buenos tanto para mayores como para pequeños y personal muy agradable. 
Los alojamientos esta vez los hemos reservado por Booking, ya que la oferta de Airbnb en Japón no nos convencía mucho. Otra cosa imprescindible, es comprar los JR Pass para poder coger trenes con una tarifa plana. 

Pasamos a la ruta...

Día 1: Barcelona - Bruselas - Tokio

Día 2: llegada a Tokio Narita

Llegamos a Tokio por la tarde y decidimos alojarnos cerca de la estación de Shinagawa para seguir nuestro periplo hasta Kioto, que era nuestro punto de inicio de la ruta que hemos hecho por Japón. Desde Shinagawa salen nos Shinkansen directos a Kioto, por lo tanto sólo tendríamos que coger un tren al día siguiente. 


Día 3: Tokio- Kioto - Fushimi Inari 

Salimos por la mañana hacia Kioto en Shinkansen. Una vez en Kioto y como el check in de nuestro alojamiento sólo se podía hacer a partir de la tarde, decidimos dejar las maletas en una consigna de la estación, después comer y después visitar el templo de Fushimi Inari para aprovechar la tarde. 

Para aprovechar nuestros JR Pass, y no tener que pagar ningún extra, hay que coger el tren que va dirección Nara. La parada es Inari y tardamos unos 5 minutos en llegar desde la estación central de Kioto. 





Día 4: Kioto - Palacio Imperial - Pontocho - Parque Maruyama

El cuarto día lo dedicamos a visitar el Palacio Imperial de Kioto. Para llegar al palacio hay que pasar por unos jardines muy bonitos, con muchos cerezos que empezaban a florecer a pesar de estar en febrero. En primavera con el sakura debe ser espectacular. 
La entrada al Palacio Imperial es gratuita, hay que pasar un control y te dan una tarjeta numerada para tener controlada la cantidad de gente que entra al día. Hay que llevarla colgada y visible, porque sino te la piden los vigilantes que hay dentro. 






Después de la visita al palacio nos dirigimos a comer a la zona de Pontocho. Por cierto, os he dicho que en Japón se come super bien??? Se puede dedicar el viaje sólo a probar todas las maravillas que tienen en sus menús, una pasada... es de los viajes en que mejor hemos comido. 



Luego hemos ido paseando hasta el parque de Maruyama, donde muchísimas chicas (chicos menos) iban vestidas con el traje tradicional y estaban haciéndose reportajes de fotos. Coincidía que ese día era festivo por ser el día del cumpleaños del emperador, por lo que suponemos que eso no van vestidas así cada día. 

Día 5: Nara - Osaka

Este día lo dedicamos a hacer la típica excursión desde Kioto o desde Osaka, que es ir a Nara y visitar el templo y... sus millones de ciervos! 



Para evitar el acoso de los ciervos, nuestra recomendación es no llevar nada de comida en las mochilas y tampoco comprar para darles, aunque allí es deporte nacional darles de comer, puede ser agobiante que te persigan por todas partes estos animales. A mi personalmente, me daba pena verles a lado de la carretera y en la parada del autobús, pero a los peques les hizo mucha gracia verlos (al menos aquí).






Una vez visto el templo y el gran Buda de su interior, como no, nos tocó ir a comer. Como no era muy tarde después de haber comido, decidimos seguir con nuestro turismo gastronómico y acercarnos a Osaka a comprar tarta de queso del Tio Ricuro... Espectacular!
En Osaka sólo vimos la zona del Glico man y las tiendas con carteles luminosos que hay por esa zona, pero valió la pena (por la tarta de queso y por el paseito).

Vuelta a Kioto a nuestro alojamiento. 

Día 6: Kioto - Miyajima

Con un poco de pena, porque nos faltaba un día más en Kioto para ver alguna cosa más, nos dirigimos a Miyajima. Mucha gente hace una parada antes en Hiroshima, pero nosotros íbamos con la intención de llegar tranquilos y pasear por la isla donde nos alojaríamos por una noche. 








Para llegar a Miyajima, además del tren, hay que coger un ferry desde donde las vistas del gran Torii son muy bonitas. Una vez desembarcados, llamamos a nuestro hotel y nos recogieron para dejar las maletas y pasear por la isla. Hay muchos ciervos también y estos sí son más agobiantes, con decir que no puedes comer por la calle NADA ni llevar nada en las manos, porque se lo comen... Nos quitaron un mapa, pañuelos y un papel que se nos cayó al suelo y se lo comieron... Los peques acabaron muy agobiados y el buen recuerdo que tenían de Nara se esfumó. 

Visitamos el santuario desde donde hay unas vistas del gran Torii, espectaculares y luego estuvimos por la playa donde también pudimos hacer unas fotos de postal. 

Dormimos en una habitación tradicional japonesa en el ryokan Iwaso, tienen onsen propio interior y exterior, y cuidan hasta el mínimo detalle, desde luego fue el capricho del viaje, nos trataron super bien. 

Día 7: Miyajima - Tokio

Después de nuestra noche en Miyajima, nos dirigimos a Tokio de nuevo. Para llegar dedicaríamos gran parte del día. 

Llegada por la tarde, comprar cuatro cosas para cenar en nuestro apartamento y a dormir. Nuestro barrio era Minato, y la verdad, no tenía mucho para ver a parte del Skytree a lo lejos, pero para dormir, es más que suficiente, ya que en metro se llega a todas partes. 

Día 8: Tokio - Shibuya - Takeshita Dori

Nuestro primer destino en Tokio fue Shibuya, el famoso cruce y la estatua de Hachiko, pobrete, aún estaba allí esperando... Había un señor voluntario que te hacía las fotos con la estatua y además regalaba a los niños figuras de origami. La verdad es que a la hora que fuimos el cruce estaba bastante despoblado, así que lo cruzamos a nuestras anchas.




Después de pasar por el cruce y pasear por la zona nos dirigimos a Takeshita Dori, la calle de las mil idol shops y de las tiendas de crepes. Nosotros no habíamos visto jamás tanta variedad de crepes juntas... (seguimos con el turismo gastronómico). 

Desde Takeshita fuimos hasta Kiddy Land, una tienda de juguetes de 5 pisos para comprar algún recuerdo para los peques, intentamos no ser muy consumistas, pero en Japón nos ha costado mucho... 
También hay que decir que detrás de la tienda está el restaurante de gyozas más bueno que hemos probado en nuestras vidas. Muy recomendable el caldo que hacen y sobre todo, las gyozas tanto cocidas como a la plancha, ambas espectaculares. 

Día 9: Tokio - Senso-Ji - Tocho - Parque Yoyogi

El noveno día fuimos a visitar el tempo Senso-ji, con sus farolillos gigantescos y todas las tiendecitas que hay alrededor. Muy bonito y muy recomendable visita. 






Por la tarde fuimos al mirador gratuito del Tocho (Gobierno Metropolitano de Tokio) y bueno, creo que es algo que se puede omitir, al menos el día en que fuimos había mucha niebla y un calor brutal en el interior del edificio. Después fuimos al parque Yoyogi a pasar lo que quedaba de tarde.








Día 10: Tokio - Ueno - Akihabara

Fuimos al Museo de Ciencias y Naturaleza en el parque Ueno, la verdad que a nivel fauna es muy completo, pero si comparamos la parte de ciencia con museos como el Cosmocaixa en Barcelona o el Museo de la Ciencia de Londres, le falta bastante para que sea interactivo y más interesante para los peques. De todas formas, les gustó mucho, así que fue un tiempo bien invertido. 





Luego en el parque hay unos templos que también visitamos de camino a la calle Ameyayokocho, donde puedes comprar cualquier tipo de souvenir para la familia. En nuestro caso, sólo compramos kitkat de sabores que sólo se encuentran en Japón, como el té verde, la tarta de queso o el sake. 





Por la tarde, aprovechamos para ir a Akihabara, el barrio friki y de tiendas de videojuegos, manga, cat cafes.... Al ser domingo, la calle la cierran al tráfico y está muy bien para pasear sin peligro. 

Día 11: Kamakura - Enoshima

Decidimos hacer una excursión fuera de Tokio a ver si teníamos suerte y conseguíamos ver el monte Fuji, así que decidimos ir a Kamakura y Enoshima, utilizando el tren Enoden que es un tren pequeñito que conecta diferentes puntos de la costa. Visitamos primero Kamakura y su gran Buda, en el cual se puede acceder a su interior y luego fuimos a Enoshima a visitar sus templos. La verdad es que a pesar de que no conseguimos ver el monte Fuji, sino que lo intuimos por la cantidad de niebla, es una excursión muy recomendable.
En Enoshima os recomendamos mucho, comprar los tickets para acceder a los templos con escalera automática, es dinero bien invertido cuando vas con peques. La bajada se hace a pie, de esa no nos libramos, pero nada en comparación a haber subido caminando.







Día 12: Tokio Disneyland

Pedimos un Uber que nos llevase a nuestro hotel en Disneyland Resort ya que para ir en tren con los maletones y dos peques en hora punta, se nos complicaba bastante la logística. Una vez allí, dejamos las maletas y fuimos con el monorrail directos a Disneyland. Mucha gente, muchísima y muchísimas colas, es importante utilizar el Fast Past, porque sino te pasas el día haciendo cola. Lo que nos sorprendió es que no había apenas niños, casi todos adultos y todos cubiertos de merchandising Disney de arriba a abajo, nunca habíamos visto tanta devoción por personajes Disney en ninguna de nuestras visitas al resto de parques que hemos visitado. 
Los desfiles están muy cotizados, con decir que hay quien se queda guardando sitio para el desfile de las tres de la tarde a las diez de la mañana, digo todo. 
Por otro lado, para los espectáculos tienes que ir con tu entrada a una máquina donde sortean sitios con más visión o menos, a nosotros nos tocó primera fila en el espectáculo de la noche con proyecciones y fuegos artificiales, de los mejores que hemos visto. 






Día 13: Tokio DisneySea

El otro parque Disney que hay en Tokio es DisneySea, está dedicado un poco más a las pelis de Pixar y la verdad es que es espectacular, está muy bien ambientado, tiene puerto, canales venecianos, un volcán, un buque... Yo si tuviese que elegir, me quedo con este parque, nos gustó mucho. Eso sí, también mucha gente, incluso más que en Disneyland, hubo atracciones en que no conseguimos ni sacar el Fast Past porque a las diez de la mañana ya no había para el resto del día, una pasada. 






Día 14: Tokio Disneyland

El bono de tres días obligaba a ir primero a Disneyland, luego a DisneySea y el último día lo dejaban a tu elección, así que decidimos repetir Disneyland, ya que hay más cosas para los más pequeños y parece que a los peques también les gustó más. Un poco más de lo mismo, pero con todavía con más gente... no pensábamos que fuese posible, pero sí, todo Japón estaba en Disney. Nos lo pasamos bien, repetimos las que más nos habían gustado y subimos a algunas en las que no nos había dado tiempo a ir el primer día.

Día 15: Tokio - Bruselas - Barcelona


Nos fuimos igual que volvimos, pasando por Bruselas. Todo muy bien con la diferencia de los menús del avión, son más buenos cuando sales de Japón que cuando vas hacia Japón, así que el país de donde sale el avión y la comida con el que reponen importa! (No sé cómo sigo hablando de comida!!!).


Choque Cultural

Este punto desde que llegamos a Japón, tenía claro que lo tenía que incluir en la entrada del blog, como todos sabemos las costumbres japonesas no tienen mucho (nada) que ver con las nuestras... Aquí quiero enumerar algunas cosas que me dejaron sorprendida, algunas son las que todos sabemos, como los váteres con botoncitos y otras que ni me imaginaba. 

  1. Váteres con botones: esta es la top one, ya en el avión los lavabos tienen un váter con botones para limpiar el "ojete" después de "descomer" y para hacer lavado estilo bidet. Unas naves espaciales, que pueden ser más o menos complejas dependiendo del lugar, puedes encontrar asientos calefactados, botones para poner sonido de manantial para enmascarar los pedos y que no se oigan, botones para regular la potencial del chorro... Y lo curioso es que cuando no hay lavabos de este tipo, lo pone ya en la puerta del lugar avisando que son lavabos europeos, que no esperes nada más que lo que viene a ser la taza del váter. 
  2. Papel del WC: seguimos en el lavabo, otra cosa que me llamó la atención es que el rollo de papel del WC es más ancho y el papel es más fino que el nuestro. Otra cosa que me dejó muerta es que siempre siempre cortan el papel por la línea de puntos (igualito que nosotros).
  3. WC hiperlimpios: tiene su lógica, ya que todo el mundo se sienta en el WC, no hay ni una gotita fuera. 
  4. Parking de paraguas: en los hoteles y otros lugares, hay una especie de gradas con unos enganches para dejar tu paraguas allí aparcado, no lo habíamos visto jamás.
  5. Maquinas de bebidas: la calle está a tope de máquinas de bebidas calientes y frías en perfecto estado, no me lo imagino aquí.
  6. Papeleras: no existen apenas, en alguna estación se pueden encontrar, pero lo normal es que vayas cargando hasta casa con tu basura. Sí que es verdad que al lado de las máquinas de bebidas a veces hay alguna, pero lo normal es que sólo se puedan tirar los envases de estas bebidas y no una cáscara de plátano. 
  7. Son muy correctos: los japoneses siempre parecen contentos, yo les veo un punto reprimido y falso, es imposible estar feliz 24 horas... o tal vez sí? 
  8. Inglés: para mi es ideal, porque hablo igual o peor que ellos, pero realmente si sales de los hoteles, poca gente te habla bien en inglés, en los supermercados es un poco aventura saber qué estás comprando. 
  9. Puntualidad: podían seguir el ejemplo los señores de Renfe... Puntualidad total, si un tren llega un minuto tarde, por los altavoces enseguida te piden disculpas. Igualito que aquí.
  10. Zapatillas: al llegar a casa siempre hay que quitarse los zapatos de la calle y ponerse zapatillas de estar en casa, esto aplica a las casas, apartamentos y habitaciones de hotel. 

Alojamientos:
  • Tokio: Hotel Prince Shinagawa 
  • Kioto: Ostay Kyoto Shichi-Jo Hotel
  • Tokio: Hotel Sails
  • Tokio Disney Resort: Hotel Okura Tokyo Bay



lunes, 30 de abril de 2018

Hong Kong - Abril 2018

Al fin he encontrado un ratito para escribir sobre nuestro viaje a Hong Kong... Esta vez el destino fue fruto de encontrar una oferta de vuelos en fechas que nos cuadraban, y como teníamos ganas de pisar Asia con los peques, allá que fuimos! Volamos con Emirates con escala en Dubai, doscientas horas de vuelo... pero los peques fueron estupendamente, son aviones muy amplios y la verdad es que no se agobiaron nada. 

El alojamiento fue en un piso de Airbnb para los días en HK ciudad y los últimos dos días nos alojamos en el Disney Explorer's Lodge. La verdad que alojarse en un hotel Disney es una pasada, nunca habíamos estado y nos encantó. 

Lugares que visitamos en la semana:

Día 1: Barcelona - Dubai - Hong Kong

Día 2: Hong Kong

  • The Peak: subir al Pico Victoria es muy recomendable para apreciar las vistas de HK, eso sí, hay que subir un día despejado, con contaminación o niebla no se ve nada. Siempre es mejor ir en fin de semana, porque hay menos contaminación. Las colas son largas para subir al funicular que permite subir, pero la verdad es que lo tienen muy bien organizado y no se tarda tanto en avanzar. Arriba hay un centro comercial donde se puede pagar por subir algo más, pero diría que no vale la pena, nosotros no lo hicimos, sino que paseamos por fuera donde hay un camino entre el bosque. Otra opción es subir a pie, pero hay que estar en buena forma.
  • Ma Mon Temple: el primer templo que visitamos, la verdad que es espectacular, casi no podíamos ver de la cantidad de humo que había del incienso. Tanto C como G alucinaron, nunca habían visto algo así. Muy recomendable la visita. 
  • Mid-Levels Scalator: son las escaleras mecánicas más largas del mundo, con infinitos tramos. Ojo, porque son de subida, la bajada se hace a pie. 
  • Cat Street: son calles donde hay diferentes tiendas de antigüedades. Hay que decir que no me documenté bien sobre esta calle y me imaginaba que habría muchos gatos, de hecho, los peques se compraron los míticos Zhaocai Mao (en chino) o Maneki Neko (en japonés) en esta calle, para que no se diga...
Día 3: Hong Kong
  • Chi Linn Nunnery: monasterio precioso, para mi es una visita indispensable si se va a HK, de hecho, de todo lo que visitamos, fue lo que más me gustó. Además el entorno es espectacular, en medio de la ciudad, con rascacielos, un parque con jardines, lagos, puentes, molinos... Super-recomendable. 
  • Ladies Market: si os gusta el regateo y las compras, este es el paraiso. Hay de todo, copias de todo tipo de producto, y mil chorradas con las que los peques se vuelven locos. A nosotros no nos gusta regatear, así que sólo compramos los imanes reglamentarios de todo viaje y en una tienda con los precios marcados. 
  • Star Ferry: mítico ferry de pasajeros que une la isla de HK con Kowloon, es un "must" turístico. Además, para subir, funciona con la tarjeta de transporte Octopus, que sirve tanto para metro, como para tram (Ding Ding), como para autobús. 
  • Restaurante Din Tai Fung: dicen que aquí encontrarás los mejores Dim Sum de HK, no sé si es verdad porque no probamos muchos más, pero sí podemos decir que son los mejores que hemos probado en nuestra vida. Tienen una merecida estrella Michelín. La cena los 4 nos costó 50€, así que si algún día queréis daros el lujo de cenar en un restaurante con estrella y estáis en HK, no lo dudéis. 
Día 4: Hong Kong
  • Flower Market: es un poco más de lo mismo a nivel mercadillo, aunque está bien si te falta comprar algún recuerdo. 
  • Hung Shing Temple: es un templo pequeñito cerca del Flower Market, está bien, aunque después de ver el Templo Ma Mon, pues no es tan espectacular. 
  • Tamar Park: fuimos a dar un paseo por el parque y descansar viendo pasar los barcos. Un imprescindible es llevar manta de picnic, que no teníamos :( los locales todos la llevaban y se tumbaban a la sombra.  Nosotros encontramos un banco a la sombra y ahí estuvimos viendo las embarcaciones antiguas pasar. 
  • Espectáculo de luz y sonido: por la noche diariamente diariamente hay un espectáculo de luz y sonido, Symphony of Lights. Había leído en mil blogs que era una m. pero no me lo podía creer, siendo HK una ciudad tan tecnológica y avanzada... así que fuimos. Y sí, puedo confirmar que no vale un duro. Si vas de paso y coincide, bien, pero si has de ir para verlo expresamente, se puede omitir sin ningún problema. 
Día 5 y 6: Hong Kong
  • Disneyland Hong Kong: mucho más pequeño que sus hermanos de París o California, pero del tamaño ideal para niños de 3-5 años, que es la edad de G y C cuando fuimos. Los empleados son muy amables y todo está muy bien organizado. Como curiosidad, la atracción de Dumbo siempre tiene colas interminables, supongo que porque pueden subir con cualquier estatura... nosotros no conseguimos subir :( Y la atracción que más nos gustó (a los mayores) fue Mystic Manor, haces un recorrido estilo castillo encantado guiados por un monete, la verdad que se nota que es de las más nuevas. 

Día 7: Hong Kong - Dubai - Barcelona





lunes, 4 de septiembre de 2017

Noruega - Agosto 2017


Después de muchos años queriendo visitar Noruega, por fin este año hemos podido. Hemos hecho una ruta en coche desde Oslo a los fiordos y hemos vuelto por el parque natural de Hardangervidda. Y qué voy a decir de Noruega que no se haya dicho ya en cualquier blog... Mucha naturaleza y paisajes y... ¡Carísimo todo! Y cuando decimos caro, es realmente caro para nuestro nivel de vida. En esta entrada en nuestro blog os explicaremos qué hicimos para recortar gastos. 

Los vuelos: esta vez volamos BCN-OSLO con SAS y OSLO-BCN con Vueling. De SAS diremos que no hay ningún beneficio ni detalle para las familias, no dan ni una pegatina a los peques y no tienen embarque prioritario para las familas. Lo bueno, que salimos y llegamos puntuales a Oslo. De Vueling, qué decir que no se sepa ya... Después de meses volando continuamente a Sevilla, ya conocía los retrasos que tienen siempre para volver a Barcelona, y así fue desde Oslo, al menos el avión salió, otra cosa es que desde Oslo tampoco tienen embarque prioritario las familias. Así que bueno, si tuviese que elegir teniendo mucho dinerito, ni SAS ni Vueling, con poco dinerito y con la oferta que encontramos en vuelos, sin duda vale la pena un poco de emoción low cost. 

El coche: esta vez hemos reservado con Hertz, como nos colgamos un poco a la hora de reservar al final con un código de descuento que buscamos en Google fue la mejor opción que encontramos. Importante, si alquiláis un coche en Noruega, no hay posibilidad de contratar online la cobertura total de la franquicia, y luego cuando te dicen los precios, son exageradamente caros (además del precio del coche). Aquí nuestra primera recomendación, comprar un seguro que cubra la franquicia del coche de alquiler desde aquí. A nosotros nos salió el seguro que cubría la franquicias todos los días del alquiler por 50€. Lo contratamos online con una empresa que se llama Sure Service (no nos pagan por la publicidad, pero como sólo encontramos dos sitios con este producto, creemos que puede ser útil para este o para otros viajes del prójimo).

La ruta: aquí es donde hay más "chicha", 12 días que en realidad se quedan en 10 de ver cosas. Hemos dormido en alojamientos de Airbnb y Booking, la mayoría de los cuales han sido cabañas o casitas individuales. El alojamiento no es muy caro, todo depende de todas las comodidades que se quieran. Si te alojas en cabañas sin lavabo ni agua ni luz, el precio se aminora mucho, pero evidentemente, con niños, esto era impensable, todas nuestras cabañas tenían agua, luz, lavabo e incluso wifi en algún caso.

  • 24 de Agosto: Barcelona - Oslo - Ringsaker. En el aeropuerto de Oslo recogimos el coche de alquiler y nos dirigimos a Ringsaker, un pueblo a 2 horas de Oslo para ir avanzando en nuestro camino. Ya de camino alucinábamos con los paisajes... y eso que estábamos sólo en una carretera. En Ringsaker nos alojamos en la casita - apartamento de Rumi, la verdad es que fue una pena no podernos quedar más que una noche, el sitio estaba totalmente equipado, las camas supercómodas y decorado con muy buen gusto. Además decir que, aunque estuvimos poco, Rumi fue muy simpática y agradable tanto con nosotros como con los peques. Nos ofreció incluso una trona y antes de llegar se preocupó de que llegasemos sin problema.. Recomendado!
  • 25 de Agosto: Ringsaker - Lillehamer - Ringebu - Rauma. Este día no esperábamos ver mucho, nuestra idea era ir avanzando lo máximo posible hacia Trollstigen. Decidimos hacer una parada en Lillehamer para ver el pueblo y las pistas de salto de ski, la verdad es que a mi personalmente no me gustó mucho, creo que el Museo de la cultura que hay vale la pena, pero no nos dio tiempo a verlo. Teníamos pensado ir a Lom a ver la iglesia (a partir de ahora Stavkirke), pero nos desviábamos mucho y decidimos hacer una parada en Ringebu para ver la Stavkirke de allí, ya que nos cogía más de camino y también habíamos leído que era muy bonita. Alrededor hay mucho césped, bueno, en realidad son tumbas con césped, y los peques estuvieron leyendo una por una toda la gente que allí descansaba... (Para estirar las piernas no está mal). De camino a Rauma, nuestro destino final, hicimos una parada en un área de descanso para comer y luego ya directos al punto de partida para adentrarnos en una de las carreteras más bonitas de Noruega. En Rauma nos alojamos en una casa que alquilaba habitaciones, en este caso, fue "correcto" pero no lo recomendamos, eso de compartir lavabo con tanta gente, no es muy práctico (y diría que tampoco agradable, aunque los compañeros eran simpáticos, había mucho cagón en la casa, la simpatía no compensa el olor).

Lillehamer

Ringebu
  • 26 de Agosto: Rauma - Trollstigen - Stigfossen - Alesund - Eidsdal. Rauma está a pocos kilómetros de la parte de abajo de Trollstigen (o la carretera de los trolls). La verdad que desde abajo ya es una pasada ver las curvas y la cascada Stigfossen. Una vez pasadas las curvas, se puede acceder por unas pasarelas para ver las cascadas y el paisaje, a los peques, a pesar del frío, disfrutaron asomándose por ellas. Lo que nos pareció una pena es que todo estaba lleno de "piedras apiladas zen", no es nada bonito cuando se abusa y están destrozando con esto un entorno precioso. A pesar de esto, es una parada obligatoria si vas a Noruega, nos encantó. Pensábamos que íbamos a tardar más en hacer todas las curvas de Trollstigen, y la siguiente parada en principio era Eidsdal donde llegaríamos con un ferry, así que decidimos comer de camino a Alesund, dar un paseo por allí y luego volver para coger el ferry desde Valldal. En Eidsdal nos alojamos en Hesthaug Gard en una cabaña preciosa al lado de un riachuelo. También, muy recomendable y limpísimo. 

Trollstigen

Trollstigen
  • 27 de Agosto: Eidsdal - Geiranger - Hellesylt - Briksdal - Lunde. Desde Eidsdal, fuimos a hacer el recorrido en ferry por el fiordo de Geiranger que nos dejaría en Hellesylt. Este ferry lo cogen muchos turistas que bajan de los cruceros, estos van a pie, así que pensamos que es difícil quedarse sin plaza, de todas formas, nosotros al ir con el coche, preferimos curarnos en salud y tener la reserva hecha desde casa. En la cola para embarcar, revisan que estés en la lista y ya te hacen pasar. El recorrido del ferry es una pasada, fotos de paisajes donde mirases, las cascadas, entre ellas la cascada de las Siete Hermanas, las cabañas abandonadas, el fiordo en si mismo... Muy bonito y relajado. Por suerte, aunque hacía frío, cuando las montañas no lo tapaban, hacía sol y pudimos disfrutar del paseo en barco. Una vez en Hellesylt fuimos a ver el glaciar de Briksdal, eso sí, desde abajo, porque por la hora que era y teniendo que llegar a Lunde, si hubiésemos intentado subir, se nos hacía de noche. Nuestro alojamiento esa noche fue en Lunde Turiststasjon, también muy apañado y con todo lujo de detalles. Muy cerca de un lago, para dar un paseo si el tiempo acompaña. Linda, la dueña, también muy maja.   
Fiordo de Geiranger

Glaciar Briksdal

  • 28 de Agosto: Lunde - Flam - Myrdal - Flam - Bergen. Este día fue el que peor tiempo nos hizo, a pesar de ello, también tuvimos suerte, porque casi toda la lluvia fuerte fue en el trayecto desde Flam a Bergen. Desde Lunde nos dirigimos a Flam, para subir en el Flamsbana, un tren antiguo que va por la montaña hasta Myrdal. Myrdal no tiene nada para ver, así que lo más inteligente es no bajar del tren, sobre todo si llueve, cambiar de lado y volver a Flam. El lado "bueno" en el tren de ida a Myrdal es el derecho y en la parada Kjosfossen dejan bajar y hay una sorpresita para los peques, así que si vais, tenéis que estar muy atentos. A C la sorpresita le emocionó y después al volver al tren tenían un regalo para los peques, un spinner, una libreta para colorear y unos lápices. Una vez en Flam, comimos en una de esas mesitas picnic de madera que hay en todas partes y ya directos a Bergen resguardados de la lluvia en el coche. En Bergen nos alojamos en el apartamento de Reine, también con unas vistas impresionantes a pesar de la lluvia, equipado totalmente y muy muy grande para que los peques se pudiesen mover a sus anchas. Además, nos subió algunos juguetes de sus hijos para que pudiesen jugar mientras estuviésemos alojados. El apartamento no es céntrico, pero nosotros sólo lo queríamos para dormir, porque al día siguiente ya iríamos en coche a Bergen centro, lo dejaríamos en un parking y de allí una vez visitado, iríamos ya hacia nuestra siguiente parada. 

Tren de Flam

Parada con sorpresa
  • 29 de Agosto: Bergen - Kinsarvik. En Bergen hicimos lo típico, visitar Bryggen para ver las típicas casitas, luego el mercado de pescado y después estuvimos callejeando y viendo el parque Byparken, donde los peques estuvieron jugando un rato y tocando un xilófono gigante que hay en unos bancos. No subimos en el funicular, ya que estaba nublado y no íbamos a ver nada, pero si hace un día un poco despejado, creo que es una visita indispensable. Después de comer, ya recogimos el coche y camino a Kinsarvik, donde nos alojaríamos en un apartamento con vistas al fiordo de Hardanger. Para llegar allí, pasamos por el puente de Hardanger, y pasamos por unos túneles que tenían rotondas dentro! Nuestro alojamiento estaba bastante bien, las vistas totalmente de Instagram. Lo único es que no llegamos a conocer a los dueños, aunque estaban en casa, no nos vinieron a saludar ni preguntarnos  nada, así que bueno, la experiencia fue un poco extraña. Hicimos dos noches. 
    Mercado de pescado

    Bergen
  • 30 de Agosto: Kinsarvik - Latefoss - Langfoss. Como íbamos a hacer noche de nuevo en Kinsarvik, el día nos lo tomamos con más calma, no madrugamos, y como chispeaba, decidimos ir a ver dos cascadas (Latefoss y Langfoss) y comer de pícnic cuando aflojase. A mi me gustó mucho más Latefoss que Langfoss, la vi como más brava, no sabría explicarlo. Langfoss me dio la sensación de ser un punto turístico más, si volviese a ir, la obviaría. Una vez hecha nuestra ruta de las cascadas, vuelta a casa para recoger todo y poder irnos prontito a dormir.
    Latefoss

    Langfoss
     
  • 31 de Agosto: Kinsarvik - Voringfossen - Hardangervidda- Al.  De Kinsarvik tomamos rumbo hacia al parque Natural de Hardangervidda, hicimos una parada en Vorignfossen, una cascada espectacular con varios miradores para ver la caída de agua. Además hay senderos por donde poder asomarte, eso sí, agarrando bien fuerte a los peques, porque si se caen por ahí, no les vemos más. Hay un mirador justo delante de un hotel, donde hay pasarelas parecidas a las de Trollstigen, la verdad es que está muy bien y parecía que lo estaban reformando, así que quedará incluso mejor. Después de esta parada ya nos adentramos en Hardangervidda, las temperaturas a medida que avanzábamos bajaban hasta los 9 grados, el paisaje, eso sí, espectacular, con miles de lagos y nieve perpetua. Hacía mucho aire, y la verdad que ese frío no era muy soportable para nosotros, peeero, nuestra hija, cuando llega la hora de comer, no perdona y ni que caigan chuzos de punta, nos hizo comer en una mesa de pícnic de las miles que hay en Noruega, en medio de la tundra. Frío no, lo siguiente... Pero ella feliz con su termo de albóndigas... De ahí, ya fuimos hacia Al, donde dormiríamos en la cabaña de Svein, simplemente PRECIOSA y con todo lo necesario. La cabaña era restaurada, pero del 1700. También muy recomendable. Además, la granja donde se encuentra tiene algunos animalitos, columpios y de nuevo, unas vistas y un paisaje, de postal. Nos dio mucha pena estar una sola noche. 
    Voringfossen
          
Hardangervidda frío frío

  • 1 de Septiembre: Al - Oslo (Aker Brygge). Nos levantamos pronto para recoger, y ya fuimos camino a Oslo para devolver el coche de alquiler. Hertz no cobra extras por devolver en otro lugar dentro de la misma ciudad donde se ha alquilado, así que localizamos un hotel cerca de nuestro alojamiento donde realizaban recogidas y allí lo entregamos. Después de comer nos dedicamos a callejear para ubicarnos y estuvimos por el puerto dando un paseo. La verdad que nuestro alojamiento era bastante céntrico y dando un paseo enseguida te plantabas en el centro de la ciudad. La parte del puerto, es muy agradable para pasear y hay mucho ambiente, nos gustó mucho.  
    Paseo por Aker Brygge
  • 2 de Septiembre: Oslo (Norsk Folkemuseum). Por la mañana cogimos el ferry que te acerca a la península de los museos y fuimos directos al museo de Cultura Noruega, hizo mucho sol, así que fue ideal una visita a un museo al aire libre. En este museo se pueden ver las distintas construcciones y tipos de casa de toda Noruega. Además hay animalitos, gente vestida de época enseñando oficios artesanos... Está muy bien para ir con los peques, ya que van entrando en todas las casitas, pueden correr libres sin molestar y se lo pasan muy bien. A esta visita dedicamos prácticamente todo el día, como acabaron molidos, decidimos no forzar y volver tranquilamente a nuestro apartamento.
          


Norsk Folkemusem

  • 3 de Septiembre: Olo  (Museo del Fram - Parque Vigeland). Volvimos a coger el ferry de los museos, esta vez para visitar el Museo del Fram, ya que nos quedamos con las ganas de visitarlo el día anterior. En este museo se encuentra el Fram, el barco original que se utilizó para las exploraciones polares y lo mejor es que se puede entrar y ver su interior. En el museo además hay una proyección de una película donde se explica rápido y bien como fue "toda la historia" y hay experiencias que simulan cómo fue arrastrar un trineo cargado entre la nieve para los exploradores o una cámara que se supone que reproduce el frío que pasaron. También es un museo muy recomendable para los peques, los nuestros salieron encantados. Por la tarde fuimos en tram al parque Vigeland, ya que siempre habíamos leído que era una visita imprescindible y así tanto C como G aprovecharon para correr libremente por allí. Estuvimos viendo las esculturas y el monolito. Encontramos una guardería dentro del parque y, aunque era domingo, la parte del patio estaba abierta al público, así que entramos igual que otras familias que estaban allí con sus hijos. Los peques disfrutaron de lo lindo en el arenero jugando a comidas y yo aproveché a chafardear por las ventanas... Me fijé que igual que nuestros peques, que dejaban la chaqueta de entretiempo en la guarde para salir al patio, ellos también dejan los trajes para la nieve y los chubasqueros, deben salir al patio aunque nieve o llueva, sino los pobres no saldrían nunca. Y aquí se acaba nuestra ruta, vuelta al apartamento a recoger y hacer maletas. 

  
Museo del Fram
Parque Vigeland

  • 4 de Septiembre: Oslo - Barcelona. Vuelta a casa, se acabo...

Cosas que nos sorprendieron de Noruega:

  • Reciclaje: en todos los supermercados hay unas máquinas para reciclar envases que te devuelven dinero para la siguiente compra. La conciencia ecológica no tiene nada que ver con lo que tenemos aquí por desgracia. Vale que en teoría les están devolviendo una "fianza" que han pagado por adquirir estos productos, pero es una idea que se debería implantar en todo el mundo. 
  • Áreas de descanso: son lo equivalente a lo que nos encontramos en nuestras autopistas, donde hay cuatro mesas roñosas y con suerte dos árboles. En Noruega las áreas de descanso tienen mesas de madera que están impolutas, la mayoría tiene lavabo (LIMPIO, con papel del WC, jabón y papel para secar las manos) y algunas incluso con columpios. 
  • Puestos de fruta en la carretera: según la zona, los agricultores ponen sus puestos de fruta en los laterales de la carretera o incluso en las áreas de descanso, puedes encontrar manzanas, zumos, cerezas, ciruelas, fresas, frambuesas... recién cogidas. Bien, pues lo de que ponen sus puestos, es poner el puesto, dejar una hucha para pagar y ya está. La gente coge la fruta, deja el dinero y ya. No hay nadie que vigile, confían en la buena voluntad de la gente. Os imagináis esto aquí??? Impensable, se llevarían la fruta, la hucha y el puesto entero.
  • Hablando de buena voluntad y confianza ciega, otra cosa que nos llamó la atención es que los alojamientos (excepto en Oslo) dejan las llaves puestas sin ningún problema, si no coincides con los dueños, puedes entrar directamente e instalarte por tu cuenta. 
  • Madres con niños a partir de las 14:00: no sabemos a qué hora salen de trabajar, pero alucinábamos de ver a tanta mamá con carrito a esa hora, supongo que a esa hora recogen a los peques de las guardes, que por cierto, chafardeé una por una ventana (estando vacía) y realmente, son una pasada... Lo que vemos en los reportajes de la tele sobre los países nórdicos existe. 
  • Obras: vimos infinitas obras de mejora de las carreteras y construcción de nuevos túneles. Alguna carretera que quedaba en un solo carril, cuando tocaba avanzar a nuestro sentido, nos escoltaba a todos los coches una furgoneta de la obra, vamos que esa furgoneta se dedicaba todo el día a ir guiando a los coches de un extremo a otro de la obra. Luego para llevar cemento a las obras, vimos HELICÓPTEROS! O sea, un despliegue de medios impensable para nosotros. 
  • Pan: además de caro, el pan se puede comprar cortado o sin cortar en el supermercado, si lo quieres cortado, hay una máquina disponible allí y te lo cortas tú mismo. Otra cosa impensable para nosotros, que seguro que se nos ocurriría meter de todo a ver cómo sale cortado... jajaja. 
  • Mesas de pícnic: además de en las áreas de descanso, hay mesas de madera con asientos en cualquier lugar, además están limpias. Esto nos iba perfecto para hacer nuestras paradas para comer. 
Maneras de ahorrar en un viaje a Noruega:

Como hemos comentado al principio y como ya sabíamos, Noruega es caro de narices, muy caro, carísimo... Una vez comprado nuestro vuelo, que fue bastante económico, la preocupación era cómo podíamos no gastar tanto estando allí. Os contaremos qué hicimos para no dejar la cuenta tiesa justo antes de la vuelta al cole. 

  • Comida: Una de nuestras maletas facturadas fue llena de comida. La comida en Noruega es impagable para nosotros, para que os hagáis una idea, el pan más barato, costaba unos 7€. Nuestra maleta fue hasta los topes de comida hasta llegar a los 23 kilos permitidos. Estuvimos mirando en Google ideas de productos que no se echasen a perder y que no necesitasen nevera, pero no encontré nada más que ideas como "embutidos", cuando en realidad, se pueden llevar muchísimas cosas, aquí algunas de nuestra lista:
    • Arroz
    • Macarrones
    • Raviolis
    • Pasta para sopa
    • Briks de caldo de medio litro
    • Sopinstant
    • Sobres de pasta carbonara 
    • Jamón (of course)
    • Fuet
    • Lomo
    • Chorizo
    • Palitos de pan
    • Compotas de fruta
    • Atún
    • Falafel (sobres del preparado que se preparan con agua)
    • Albóndigas de la marca Carretilla (dan el pego totalmente)
    • Tomate frito
    • Callos con garbanzos
    • Yogures sin frío
    • Latas de paté
    • Latas de ensalada de cereales (las de pasta están malísimas, no cogerlas jamás)
    • Tomates para el pan (sí, nos cupieron y los llevamos para los bocadillos)
    • Frankfurts
    • Nescafé 3 en 1 (café+leche+azúcar)
    • Madalenas
    • Galletas
    • Chocolate
    • Plátanos (verdes, que sino se chafan)
    • Aceite
Luego el resto de comida, ya lo compramos allí, huevos, yogures, pan, carne, fruta, verdura y pescado (salmón, evidentemente). Pagamos por unas judías verdes 11€ el kilo, así que imaginad como las seleccioné, UNA A UNA!
Para beber, agua y del grifo, allí la gente no compra botellas de agua como aquí, y hacen bien, porque el agua del grifo está buenísima, nada que ver con lo que sale de nuestros grifos. Nos llevamos nuestras 4 cantimploras y las fuimos rellenando sobre la marcha. Las cervecitas, al volver a casa!

A la hora de hacer compras, porque se tienen que hacer inevitablemente, hay que ver en qué super te metes, los precios varían bastante. El más económico sin duda es KIWI, y a muy malas, si no se encuentra otro, el BONPRIX o el REMA 1000. Al resto mejor ni entrar a no ser que se esté muy desesperado. 
  • Alojamiento: sobre todo tener cocina, de esta manera evitas tener que comer fuera. El alojamiento en sí no es caro y la verdad es que hay bastante oferta. Otra cosa a tener en cuenta para los alojamientos es llevar tus propias fundas nórdicas y toallas, y realizar la limpieza tú mismo, ya que en muchos lo cobran y la verdad es que a precios bastante caros para nosotros. 
  • Coche: esto nosotros no lo hicimos, pero hay que reservar con tiempo, en cosa de un mes, pagamos 100€ más por el mismo coche. Por otro lado, lo que os comentábamos de los seguros que cubran la franquicia, por poco dinero, nos podemos curar en salud, porque pagar una franquicia de un coche noruego, sí que puede acabar con nuestros ahorros. También, a poder ser, el coche que sea diésel, consume menos y es más barato repostar (dentro de que es caro también), vale la pena pagar un poco más por el coche y ahorrar en al repostar.