jueves, 10 de marzo de 2016

Lisboa Marzo 2016

Esta vez hemos hecho una pequeña escapada de tres días a nuestro país vecino, el paraíso de los pasteles y el bacalao. Hemos estado 3 noches y 3 días, saliendo un jueves noche y volviendo un domingo por la mañana, volando en avión desde el Prat a Portela. Esta vez hemos escogido la aerolínea TAP para viajar y la verdad es que ninguna queja, todo perfecto.
Tengo que decir que los portugueses son personas superamables y dispuestas a ayudarte, y sobre todo a entenderte, porque casi todos hablan algo de español o inglés, así que no se tiene ningún problema de comunicación.
Como los papis hemos estado en varias ocasiones en Lisboa, esta vez la hemos dedicado a visitar lugares en los que no habíamos estado.

  • Día 1: Vuelo de Barcelona a Lisboa

Salimos a las siete de la tarde desde el Prat, dejando nuestro coche aparcado en el mismo parking del aeropuerto. Estuvimos calculando y salía mucho más a cuenta dejarlo en el parking que coger un taxi, y además llevando las sillitas de los peques. Lo único que tuvimos que hacer es reservar con antelación para tener un descuento en el precio final.
El vuelo estupendo, G estuvo durmiendo todo el rato casi y C estuvo entretenida comiendo un bocadillo y con la Tablet. G todavía no tiene 2 años, así que voló encima de mami... ya se empieza a notar el peso y que las piernas se empezaban a dormir por falta de circulación, jajaja.
Esta vez es la primera vez que no hemos facturado las maletas, llevamos dos maletas pequeñas de tamaño cabina y una bolsa, y la verdad es que ha quedado casi toda la ropa sin poner. Lo bueno de ser familia es que embarcas primero y fijo que tienes sitio para guardar los trastos en el portaequipajes del avión.
Una vez llegamos a Lisboa, cogimos un taxi destino a nuestro alojamiento, el precio del taxi, 8,30€, casi igual que en Barcelona (modo ironía on). Para nuestro alojamiento otra vez hemos confiado en Airbnb, nos hemos alojado en un piso en el barrio de la Alameda, con metro casi al lado de la puerta y muy bien comunicado.


  • Día 2: Parque de las Naciones - Belem

Nuestro primer día de turismo dedicamos la mañana a visitar el Parque de las Naciones, y más concretamente el Pavellón del Conocimiento y Ciencia Viva. Para llegar ahí, cogimos la línea roja del metro y bajamos en Cabo Ruivo. Ciencia Viva es un museo de la ciencia donde los peques lo pasan en grande descubriendo cosas y experimentando. Hay exposiciones que van cambiando y además tienen una zona llamada "Doing" donde se pueden realizar experimentos, crear cosas como pulseras, abalorios, zapatos, circuitos de canicas, circuitos eléctricos... Aquí es donde estuvimos más rato, ya que lo teníamos casi en exclusiva para nosotros. Otra zona es para jugar, con construcciones, subiendo a zonas de escalada... muy chula, pero estaba a tope de niños, al ser viernes había como dos millones de niños corriendo por allí, así que este espacio no lo pudimos disfrutar mucho. Luego la zona propia del museo, donde se pueden probar experimentos, está muy bien también, realmente tanto C como G lo disfrutaron mucho. C dice que le gustó mucho porque se podían hacer burbujas gigantes, así que con poco se conforma.

Ciencia Viva

Ciencia Viva

Ciencia Viva

Ciencia Viva


Una vez finalizada la visita al museo y previo paso por el baño para cambiar a G, cogimos el teleférico, o como dice C, el "ascensor que vuela" y recorrimos el Parque de las Naciones hasta la otra punta. Allí me llegó la inspiración y recordé que leí en Tripadvisor que había un buen restaurante donde hacían bacalao. El restaurante es D'Bacalhau y la verdad es que nos encantó, es un sitio de los que se pueden calificar como "sitio bien" no la típica tasca de Lisboa donde, por supuesto, también se come genial, tenían tronas, cambiador, vasos de plástico y cubiertos para los peques y los camareros muy simpáticos. Comimos, como no, bacalao y para los peques, un plato que llevaba hamburguesa, arroz, patatas y un huevo, lo compartieron porque ya nos avisaron que era una exageración para uno solo.


Parque de las Naciones
Cuando acabamos de comer, nos dirigimos otra vez hacia el teleférico para volver a nuestro punto de partida y de ahí buscamos el autobús 728 que en una hora nos llevaría a Belem por la costa.
Por suerte un alma caritativa nos dejó sentar, porque si tenemos que hacer ese viaje de pie morimos, sobre todo yo, que iba con los dos peques mientras papi cuidaba del carro. Hay que decir que el Lisboa, excepto el metro, el transporte no va muy bien, tanto autobuses como tranvías van a reventar, es exagerado. Una vez hicimos toda la ruta del 728, llegamos al monasterio de los Jerónimos, es digno de visitar, pero atención, con carrito de bebé sólo hay facilidades de acceso en la planta baja, para las superiores hay que tener ayuda para subir el carrito o bien llevar una mochila portabebés. A los peques también les gustó mucho porque por el patio se podían ver los aviones sobrevolar Lisboa, todo un espectáculo para G, que es un apasionado del transporte en general.

Monasterio de los Jerónimos
Después de la visita cultural, a merendar a Pastéis de Belém, que está al ladito, es de suponer lo que merendamos, ¿no? Buenísimos pasteles de nata que nada tienen que ver con los que venden en otros sitios, no es de extrañar que a día de hoy la receta continúe siendo secreta.

Pastéis de Belém
Ya con la panza llena, nos fuimos para casa, esta vez en tranvía hasta Rossio y de allí al metro de Arroios que también estaba cerca de casa. En Rossio nos encontramos con una feria de agricultores donde había comida y bebida de todo tipo y con una pinta que daba ganas de comérselo todo. Nos limitamos a coger algo para beber y un pan que seguía bueno cuatro días después.
  • Día 3: Jardim da Estrela - Mercado de Ourique - Centro

El segundo día, y último, de turismo lo dedicamos a que los peques pudiesen jugar por la mañana en el parque del Jardim da Estrela. Llegamos allí con la línea amarilla bajando en la parada Rato y caminando un poquito. La verdad es que es un parque muy bonito con un kiosko para tomar algo si se quiere, lavabos para los peques, muchos columpios y en vez de tierra con piedritas. Los peques estuvieron encantados jugando un buen rato antes de la hora de comer.

Jardim da Estrela
Jardim da Estrela
Para comer fuimos al mercado de Ourique que lo han reconvertido en un mercado para degustación donde puedes comer pasta, sushi, hamburguesas artesanales, pescado, carne, pasteles, cócteles, cervezas... Cada parada especializada en un producto. Una vez hacías el pedido, te daban un avisador, donde indicaba que tu plato ya estaba listo para recoger.
Comimos bien, pero todo y estar lleno de niños comiendo con su familia, lo vi un poco justo, no había tronas, y no había casi espacio para dejar el carrito, estaba todo un poco apretujado, supongo que cuanta más gente quepa, más se consume, pero no se puede decir que estuviésemos muy  a gusto. En cuanto acabamos de comer huimos de allí hacia el centro.

Centro

Cogimos de nuevo el metro y bajamos en Restauradores y de ahí decidimos pasear hacia la plaza del Comercio, Baixa, Rossio... Hicimos una parada para reponer fuerzas en la Confeitaria Nacional, donde compramos dos "pastéis", muy a nuestro pesar, porque si fuese por nosotros hubiésemos comprado quince (para cada uno). Es muy recomendable comprar algo aquí en vez de en los sitios turísticos, no tiene nada que ver ni el local ni la materia prima. ¡Deliciosos!

Para amortizar nuestras tarjetas Viva Lisboa, decidimos coger un elevador para que C lo viese, ya que es una apasionada de teleféricos, funiculares y demás. Cogimos el elevador de Lavra que nos dejaba casi al lado del Jardim de Torel. Este pequeño parque es un mirador donde se puede ver la puesta de sol en unos bancos que son como tumbonas, los peques pueden correr sin problemas, bueno, el único problema es rodar por la pendiente, y la verdad que se estaba estupendamente. Después de descansar un poco y jugar, volvimos a coger el elevador, está vez, de bajada, para volver a coger el metro y volver a casa a recoger trastos e ir preparando maletas para nuestro retorno.


Elevador de Lavra y Jardim de Torel


  • Día 4: Paseo por Saldanha - Vuelo de Lisboa a Barcelona

Como nuestro vuelo salía por la tarde, por la mañana pudimos dar una vuelta por el barrio e ir a desayunar tranquilitos a una de las Padarias Portuguesas que teníamos casi al lado de casa. No digo más, zumo de naranja natural, croissant de jamón y queso y café con leche, 2,50€. "Póngame 8 para llevar".

Después ya fuimos a recoger nuestras maletas sin prisa y cogimos el metro hacia el aeropuerto. Allí comimos en un fast food y de ahí, a la puerta de embarque. G justo se durmió un rato antes de embarcar y tuvimos la mala suerte de que a pesar de nuestros esfuerzos, justo al sentarnos en el avión, despertó, así que la vuelta estuvo más entretenida, pero en general todo fue bien y no nos podemos quejar.

CONSEJOS PARA VISITAR LISBOA CON PEQUES:
  • Nosotros ya habíamos visitado la parte alta de las colinas en nuestras anteriores visitas, pero si hay que subir al Castelo de San Jorge o a la Alfama, así como a otras zonas en alto, es indispensable llevar mochilas portabebés, para empujar el carrito en subida sudas tinta!
  • Mucho mejor moverse en metro que en tram o bus, se ponen a reventar literalmente y los niños se agobian mucho.
  • Lo ideal es alojarse en una zona "llana" y con buen acceso en metro al centro.
  • Las tarjetas turísticas de transporte sólo salen a cuenta si se hacen muchos viajes, nosotros pagamos 25€ por las dos tarjetas de adultos dos días completos, se amortizaron, pero muy justo, y porque cogimos un elevador, sino no vale la pena.
  • Es muy interesante coger el metro tanto para ir como para volver del aeropuerto, no hay tarifa especial y está adaptado completamente con ascensores.
  • Y esto lo añado porque cada vez que voy lo tengo que preguntar, cómo pedir el café que quieres de entre las millones de formas en que los hacen en Portugal:

    • BICA: es el café solo, tipo espresso.
    • ABATANADO: se trata de una café sólo doble aunque menos intenso.
    • PINGADO: café cortado. Es un café que lleva un pingo de leche (para cortar un poco la acidez del café) y es algo menos intenso que la 'bica'.
    • MEIA DE LEITE: Se trata de un café con leche en taza pequeña.
    • GALãO: café con leche grande, de desayuno, siempre servido en vaso de cristal alto.
    • CARIOCA: café solo o café americano, más suave y "aguado".
    • GAROTO: equivalente a un café cortado en taza pequeña.
    • DESCAFEINADO COM LEITE: Los descafeinados suelen ser de máquina.
    • GALãO OBSCURO DE MAQUINA: Un galão con un poquito más de café.


Espero que os haya gustado nuestra última escapada y que nuestros consejos os sirvan si hacéis algún viaje a nuestro país vecino.