viernes, 15 de julio de 2016

Croacia - Julio 2016

Este verano no hemos viajado en avión, sino que hemos hecho una ruta en nuestro propio coche por Croacia, pasando por Italia, Eslovenia y Francia.

Muralla de Dubrovnik
A Croacia hemos llegado en ferry, partiendo desde Barcelona hasta Civitavecchia, conduciendo desde Civitavecchia hasta Bari y cogiendo allí otro ferry que nos llevaría hasta Dubrovnik. Desde Dubrovnik fuimos subiendo hasta llegar a Eslovenia y desde allí, hacia casa de nuevo. Después de haber realizado la ruta, nos hemos dado cuenta que hemos acertado 100% empezando a visitar Croacia desde abajo, ya que la mayoría hace la ruta en sentido contrario (a veces porque los países de origen tampoco permiten hacer lo que hemos hecho nosotros, alquien que llegue desde Austria, no puede coger un ferry igual que hicimos nosotros), lo mismo para entrar en Eslovenia, en la frontera de Croacia a Eslovenia no hubo ni que parar, en cambio de Eslovenia a Croacia, había colas kilométricas.

En esta entrada del blog, voy a indicar los alojamientos donde estuvimos, ya que en todos estuvimos muy bien y se merecen un poco de "publicidad" por nuestra parte. 

  • Día 1:  Barcelona  - Civitavecchia 
Nuestro periplo empezó en Barcelona, de donde salimos en ferry hacia Civitavecchia (Italia). La naviera era Grimaldi Lines, a mi no me gustó mucho a experiencia con esta compañía, salimos con mucho retraso, el personal de información no era todo lo agradable que debería ser, los camarotes aunque eran modernos, no estaban muy pulidos, pero bueno, las camas estaban limpias y tampoco íbamos a comer en el suelo... El problema del los retrasos es que, o tienes algo con lo que entretener a los peques, o allí, con tan pocas cosas para poder hacer, se pueden volver medio locos... Por suerte, llevábamos la tablet y así pasaron el rato viendo dibujos hasta poder subir al barco.
Al llegar, teníamos reservado un bed and breakfast donde pudimos descansar de fábula (menos mal!).

Country Cottage Civitavecchia
  • Día 2: Civitavecchia - Bari
No nos levantamos muy tarde porque teníamos que cruzar la bota de Italia casi hasta el tacón, según el gps eran unas tres horas, pero hay que decir que nuestro gps es muy optimista siempre. Así que después de desayunar cogimos "carretera y manta" hasta Bari donde teníamos que coger el ferry que nos llevaría, por fin, a Croacia. 
Cogimos la autopista y por suerte el trayecto fue rápido y fluido, no había mucho tráfico y pudimos llegar sin problema a Bari. Allí teníamos que ir a una especie de descampado a sacar los billetes en la taquilla y esperar en el coche hasta que nos llamasen. La compañía escogida fue Jadrolinija, que es la compañía nacional croata. Tuvimos la mala suerte de que también este ferry salía con retraso, tendríamos que haber salido a las ocho y al final salimos a las dos de la mañana, una odisea hasta que nos vimos en nuestro camarote ya durmiendo... He de decir que el personal del barco era muy muy muy agradable, el barco muy kitch y bastante trotado, pero con encanto y limpísimo, además, al alojarte en camarote te incluían desayuno, así que dentro de lo malo de la espera, luego no fue tan mal. Como recomendación, nosotros éramos cuatro, pero cogimos un camarote triple, de manera que G, el más peque, dormía compartiendo cama pero con billete butaca, que para los menores de 4 años es gratis. También desayunó gratis, pero esto fue por su cara bonita :) 

  • Día 3: Bari - Dubrovnik
Por fin, por la mañana, llegamos a Dubrovnik, control de aduana en el puerto y ya directos a nuestro alojamiento. Hay que decir que aunque los ferrys saliesen con retraso tanto en Barcelona como el Bari, luego el retraso en llegar no equivale al retraso en salir, nuestra suposición es que se dan "más caña" hasta que vuelven a tener el horario de la línea puntual de nuevo. 
En Dubrovnik, por precio, vale más la pena no alojarse muy cerca de la ciudad vieja, porque además de que es imposible aparcar, los alojamientos son mucho más caros. Nosotros optamos por alojarnos en un apartamento en el barrio de Lapad y la propietaria nos indicó donde podíamos aparcar sin tener que pagar nada. Así dejamos el coche aparcado los dos días que estuvimos allí y utilizamos para movernos el autobús, que se cogía y nos dejaba en la misma puerta de casa. 
El primer día lo dedicamos a, lo primero, comprar una tarjeta para el móvil. Nuestra recomendación es no pagar roaming (de momento se paga, al menos en Movistar), ni comprar bonos con nuestras compañías, sino comprar una tarjeta en destino. Nos habíamos documentado antes por internet y escogimos una tarjeta prepago de Tele2, con la que podíamos llamar y navegar sin problema durante nuestra estancia en Croacia. Nos fue de perlas, porque así, podíamos avisar a los alojamientos de nuestra llegada y no tener ni que esperar ellos, ni esperar nosotros a nuestra llegada y también utilizar el google maps cuando nos desubicábamos visitando alguna zona. 

Después de nuestra compra, ya cogimos el autobús destino la ciudad vieja. La verdad es que impresiona mucho ver la ciudad amurallada, es muy bonita, lo único es que está abarrotado de turistas, porque desembarcan millones de cruceros y la ciudad no es tan grande como para absorber tanta afluencia de gente. Nosotros no subimos a la muralla, porque íbamos con el carrito, pero principalmente porque hacía mucho sol aún a la hora en que hicimos la visita y podríamos haber cogido una insolación por lo menos. Una vez vista la ciudad, volvimos a nuestro alojamiento, parando antes en un super para comprar la cena y para comprar para hacer bocadillos para nuestra visita al día siguiente.

Dubrovnik (Desembarco del rey)
Dubrovnik
  • Día 4: Lokrum
El día lo pasamos en la isla de Lokrum, donde se tiene que llegar en barquito, y la verdad es que es muy recomendable para ir con niños, hay mucha sombra y sitio donde poder bañarse sin peligro. Ah! Y está llena de pavos, así que podéis imaginar, agua y animales en el mismo sitio, peques encantados,  No la recorrimos entera, pero la verdad que donde estuvimos, que fue la zona que llaman del "Mar Muerto" la verdad es que espectacular, es una especie de lago de agua salada, sin olas y a la sombra, pusimos el listón bastante alto en el primer baño croata que nos dimos. Indispensable llevar cangrejeras, ya que tanto estas como la mayoría de playas en Croacia son de piedras. 
Para comer nos llevamos bocadillos porque habíamos leído que no había ningún restaurante ni bar en la isla, pero parece que en verano han visto que poner algo para comer allí es un "negoción", así que sí que hay opciones para comer en Lokrum, eso sí, a precios un poco desorbitados. 
Por la tarde ya volvimos a casa a preparar maletas para el día siguiente marchar rumbo a Korcula (se pronuncia "córchula"). 

Con un pavo real en Lokrum

Lokrum

  • Día 5: Dubrovnik - Korcula - Lumbarda
Salimos por la mañana rumbo a Orebic para coger un ferry que nos llevaría a la isla de Korcula, la ciudad donde dicen que nació Marco Polo. En caso de hacer este recorrido en coche, es importante que pongáis gasolina en Dubrovnik, ya que hay un tramo donde no hay ni una, en nuestro caso, no lo sabíamos, y la verdad es que ya nos veía a pleno sol caminando a por gasolina... Tuvimos suerte y llegamos a una gasolinera, pero a base de correr poco, cerrar cristales, etc.  Los tickets del ferry se comprar en el mismo puerto, y son muy puntuales, nada que ver con los de largo recorrido. El trayecto dura media hora y si se quiere, te puedes quedar en el coche Nuestro alojamiento sería en Lumbarda, que es una zona muy familiar y lejos del bullicio. De todas formas, en la ciudad vieja de Korcula, aunque había turismo, no era algo tan exagerado como en Dubrovnik, ni mucho menos.
En Lumbarda estuvimos estupendamente, es una zona muy tranquila y teníamos una playa justo bajando las escaleras de casa. Para nosotros, una parada indispensable si se va a Croacia con niños.

Korcula
  • Día 6: Lumbarda
Fuimos pronto por la mañana a una de las playas de arena de la isla, la playa de Vela Przina, las playas tienen aparcamiento y al ir tan pronto, evitamos a los "gorrillas" que te cobran por vigilar el coche. Supusimos que eran "gorrillas" porque el tema no tenía pinta de ser muy "oficial", pero bueno, nosotros no tuvimos problema porque llegamos antes que ellos. La playa tenía una zona que cubría menos de un palmo y no tenía olas, por lo que los dos peques se lo pasaron en grande. 
El agua estaba limpísima, pero no podemos decir lo mismo de la arena, había bastantes colillas y si los peques querían jugar en la arena, había que ir con cuidado que no acabasen jugando con las colillas. Al final, ellos jugaron en el agua sentados, porque con lo poco que cubría, estaban mucho mejor y más fresquitos.
Esa noche, para despedirnos de Lumbarda, cenamos en Gavuni. Es un chiringuito que hace comida a la brasa que teníamos muy cerca de nuestro alojamiento. Muy recomendable y con mucho encanto, porque el espacio donde se come está situado justo al borde del mar, así que las vistas son sí o sí al mar. 

Lumbarda
  • Día 7: Korcula - Split
Nos dirigimos a Split, de nuevo cogiendo el ferry hacia Orebic, conducción hasta Trpanj y desde allí, otro ferry hasta Ploce. De esta manera, evitamos pasar la frontera con Bosnia donde dicen que se forman colas de horas, como no lo vimos, no lo podemos confirmar, pero de esta manera el viaje es más entretenido, en Trpanj tuvimos tiempo de ir a dar un paseo por el puerto y ver a la gente como se bañaba y los barcos amarrados. Además, así los niños no se agobian con tanto coche. En pleno verano hay que llegar con tiempo para asegurarte embarcar, porque si no cabe el coche, te quedas en tierra. Decir que el ferry de Trpanj hacia Ploce tiene hasta wifi y es muy moderno, los lavabos muy limpios y todo en general muy nuevo. 
Como comimos en el barco comida que llevábamos, nada más desembarcar, ya fuimos directos destino Split. 
Cuando llegamos a Split, fuimos directos al alojamiento, allí aparcamos en el parking y una vez duchados nos fuimos a dar una vuelta por el Palacio Diocleciano y por el puerto. La verdad es que puedes estar horas y horas callejeando por allí, es muy bonito, la verdad es que una de las ciudades que más nos ha gustado y consideramos indispensable una parada en la ruta. También hay bastante turismo, pero no hay aglomeraciones. Hay muchísimos restaurantes y muchas heladerías donde vale la pena hacer una parada para comer un helado artesano por poco menos de un euro. 

Split
Split
Split

  • Día 8: Split - Zadar - Rakovica
Desde Split nuestro destino era la zona de los Lagos Plitvice, pero como era pronto y nos cogía de camino, hicimos una parada en Zadar para aprovechar y comer y desde allí seguir nuestro camino hacia los lagos. Zadar es una ciudad bonita, para nuestro gusto, tiene menos cosas para ver, pero tampoco podemos dar una opinión muy fiable, porque llegamos a pleno sol y tampoco se podía estar paseando mucho. Comimos en Konoba Bonaca, y la verdad es que comimos muy bien, nos trataron muy bien y, sorpresa la nuestra, tenían hasta tronas para los peques. 
Por la tarde, después de la visita a Zadar, fuimos camino de Rakovica, donde nos alojaríamos en una cabaña en la montaña. Fue el alojamiento con más encanto, rodeados de prado para poder correr, entre montañas, el problema es que no estaba muy bien equipado, pero para alojarse una noche, es más que suficiente. 

Zadar
Racovika
Racovika

  • Día 9: Rakovica - Plitvice - Bale
La mañana la dedicamos a visitar el parque de los Lagos Plitvice, qué decir, si en foto ya es espectacular, in situ, una pasada. Lo malo, lo mismo que en Dubrovnik que hay descarga de autocares a saco, por suerte, al estar alojados a lado, fuimos bien pronto, así que a pesar de tener a un grupo de japoneses rodeándonos, una vez les adelantamos, pudimos hacer una ruta bastante tranquilos. Hicimos una ruta sencilla circular, fuimos caminando hasta el barquito que cruza por los lagos, luego cogimos otro que te acerca a la parada del trenecito y con el trenecito nos acercamos ya a un camino que nos llevaría de nuevo a la entrada. La mejor entrada es la del parking número 1, es la que tiene vistas más espectaculares y también la más concurrida, porque la gente lo sabe, por lo que es conveniente ir pronto para poder aparcar sin problemas. Al salir, vimos que había una cola kilométrica para entrar, por suerte, lo de que los peques nos levanten a las siete de la mañana, en los viajes nos es muy útil para estas cosas. 
Fuimos camino de Bale en Istria, haciendo una parada en el camino para comer. Cogimos una carretera de curvas tremenda, creo que por error del gps, si hubiese que hacer de nuevo esta ruta, valdría más la pena revisar la ruta propuesta.
Llegamos a Bale por la tarde y una vez alojados, fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Es un pueblo muy bonito al que vale la pena dedicar una horita para callejear o tomar algo. 


Lagos Plitvice

Lagos Plitvice

Lagos Plitvice


  • Día 10: Bale - Pula - Rovinj - Bale
El décimo día lo dedicamos a visitar Pula y Rovinj, también en la península de Istria. Pula, además del anfiteatro, tiene algún punto más de interés con restos romanos, pero personalmente a mi me defraudó bastante, es una ciudad con mucho coche y mi percepción fue de ciudad sucia. Si tuviese que sacrificar alguna visita, sin duda sería la visita a Pula. Por la tarde, aunque pensábamos que nos nos daría tiempo, fuimos a visitar Rovinj y gracias a esta visita se me quitó la desilusión de Pula. Rovinj es uno de los pueblos más bonitos que hemos visitado, aunque hay también muchos turistas, se puede visitar tranquilamente. La parte antigua es preciosa y pudimos subir (con carrito y todo, aunque esto fue un poco dificultoso) hasta la parte más alta donde está Santa Eufemia para ver la caída del sol. En resumen, Rovinj muy muy recomendable, Pula se puede omitir. 


Pula
Pula
Pula

Rovinj

Rovinj

Rovinj

Subida a Santa Eufemia (Rovinj)

Puesta de sol en Rovinj

  • Día 11: Bale - Predjama - Postojna
Dejamos Croacia, con pena de no haber podido ir a ninguna playa de la península de Ístria, pero Eslovenia nos esperaba y de ahí nuestra vuelta a casa. Llegar a Eslovenia desde Croacia es un momento y nosotros, como íbamos en contra dirección de la gente que empezaba vacaciones y se dirigían a las playas de Croacia, no tuvimos que esperar nada en la frontera y pasar fue un momento. Nuestro destino era Predjama, al haber pasado tan rápido la frontera, decidimos adelantar la visita del Castillo y así al día siguiente visitar las Cuevas de Postojna y emprender nuestra vuelta a casa. Llegamos justo a la hora de comer y fuimos a un sitio que recomendaba tripadvisor en la zona que se llama Bar na Prepihu que si bien no tiene una carta extensa, lo que hacen (bocadillos, hamburguesas y salchichas) está muy bueno y con el plus de que es al aire libre y con unos columpios al lado donde pueden jugar los peques tranquilamente mientras los papis acaban de tomar el café.
Cuando acabamos de comer ya nos dirigimos al castillo, al lado hay un parking gratuito y no encontramos ningún problema para aparcar, al menos a mediodía, cuando llegamos nosotros. La verdad es que el castillo es una pasada, construido en la roca de la montaña impresiona nada más verlo por fuera. Por dentro, han recreado algunas estancias, pero es entretenido visitarlo y a los peques les gustó mucho. Al peque G, como aún no controla 100% lo de subir y bajar escaleras con agilidad, le llevamos en la mochila, porque sino, aún estaríamos allí intentando subir al primer piso. 
Una vez acabada la visita, ya nos dirigimos al hotel donde dormiríamos en Postojna. Este alojamiento no tenía cocina, por lo que tuvimos que ir a cenar en un local de Postojna, la Pizzeria Minutka, que aunque se llame así, no sólo tienen pizza, sino que tienen una gran variedad de platos. Las ensaladas son gigantescas, tanto, que si pides una, con eso ya cenas... yo no lo sabía y me tuvieron que ayudar a acabar el segundo plato. Después de cenar, a dormir, para levantarnos pronto y ser los primeros en visitar la Cueva de Postojna. 

Castillo de Predjama

Castillo de Predjama

Castillo de Predjama

  • Día 12: Postojna - Bérgamo
Como teníamos intención, nos levantamos prontito y nos fuimos a visitar la cueva de Postojna, las mejores horas para visitarla son a primera hora o a mediodía, nos dijeron que sino las colas son eternas y la verdad es que con niños, mejor evitar crisis por estar aburridos haciendo cola. No hay tour en español, así que lo hicimos en inglés. El precio es bastante caro y a esto hay que sumarle el parking, que también es de los más caros que pagamos. Pero sólo por ver la cara de G y C subidos al tren que te lleva a la profundidad de la cueva, valió la pena. De hecho, a mi lo que más me gustó también fue el paseo en tren. 
Emprendemos nuestro viaje de vuelta, y el primer destino donde haríamos una parada técnica sería Bérgamo. Bérgamo fue la grata sorpresa del viaje, tuvimos la suerte de podernos alojar en una casa típica en la Città Alta, que es la parte más bonita de la ciudad y sin duda, valió la pena la parada. Pudimos pasear por el barrio y la verdad es que nos quedamos con las ganas de quedarnos un poco más. Había algún turista perdido, pero muy pocos, debían estar todos en Dubrovnik, Bérgamo es una ciudad superrecomendable para una escapada de fin de semana y ya lo tenemos en nuestra lista de destinos de escapada. 

Cueva de Postojna

Bérgamo

Bérgamo

  • Día 13: Bérgamo - Annecy - Valence
Este sería el día más pesado, muchos kilómetros, pero la intención era llegar a Francia para comer (que casi nos quedamos sin comer por llegar a las dos) y visitar Annecy antes de hacer noche en Valence. La visita a Annecy fue providencial para que los peques se desfogasen un poco y corriesen por el parque que hay al lado del lago, los pobres habían estado muchas horas sentados en el coche y ya se veían agobiados, pero fue correr un poco y volver a su ser. Lo de parar en Annecy fue por capricho mio, me hacía ilusión ver el Palais de l'Isle y hacerme una foto allí, con la mala suerte que cuando fuimos había un andamio adosado a él... pero bueno, la foto ya está hecha, lo he visto y puedo tacharlo de mis destinos pendientes. Está bien para dar un paseo, pero poco más, hay mucho turista y está todo bastante explotado, lo que le hace perder parte del encanto. 
Después de la visita a Annecy, ya nos fuimos directos a Valence, a un hotel de los típicos que se encuentran cerca de las autopistas de Francia y la verdad es que estuvimos muy bien para nuestra segunda parada técnica. 

Annecy

Annecy

  • Día 14: Valence - Orange - Barcelona 
Último día, también tenía otro capricho de visita aprovechando la ruta y era ver el teatro romano de Orange, así que fuimos directos de Valence a Orange a hacer la visita. En Orange vale mucho la pena, al menos en verano, aparcar en el parking subterráneo en vez de en el descubierto que hay al lado del teatro, porque está bien de precio y evitas que el coche esté a pleno sol. 
El teatro es espectacular, está muy bien cuidado y actualmente aún hacen uso de él, de hecho tenía decorado para una serie de operas que representan en verano. La entrada incluye audioguía en español. Aquí también utilizamos la mochila con G para hacer la visita, ya que con todas las escaleras que hay, le veíamos rodando, como cada vez que le dejamos suelto y hay escaleras... 
Vistado el teatro, cogimos el coche y ahora sí, cogimos la directa hacia casa... La verdad es que cuando pasas de ciertos días fuera, también se añora la casa propia, lo que no se añora tanto es volver a trabajar :( 

Teatro de Orange

ALOJAMIENTOS
  • Civitavecchia: Country Cottage
  • Dubrovnik:Apartments Miljkovic
  • Lumbarda (Korcula): Villa Hela
  • Split:Apartment Toncic
  • Rakovica (Plitvice): Apartment Iko
  • Bale (Ístria): Apartments Piutti
  • Postojna:Sweet Dreams Rooms and Apartments Postojna
  • Bérgamo: Crisalide
  • Valence: Ace Hotel Valence

CONSEJOS
  1. Si pensáis ir a la playa, acordaros de comprar unas cangrejeras y meterlas en la maleta, allí las venden también, pero son caras porque se aprovechan de la gente que no ha pensado en llevarlas.
  2. Si existe la posibilidad de visitar Croacia desde Dubrovnik hacia arriba, es muy recomendable, ya que la gran mayoría hace la ruta en sentido inverso, en este caso es mejor ir a contracorriente.
  3. Si se visita alguna ciudad de Croacia a mediodía, es importante llevar crema, gorros y mucha agua, porque más que sol, cae fuego. A ser posible, se debería evitar, pero a veces, las rutas obligan a hacer paradas en algún sitio a mediodía. 
  4. Si se quiere visitar la Cueva de Postojna es indispensable llevar ropa de abrigo, sobre todo los peques, si no se va abrigado, se pasa frío.
  5. Para los golosos, es imprescindible en Eslovenia probar la "Bled cream cake", no digo más!